Tacuarendí Dulce Cañaveral
Documental 

Guion y Dirección Edgardo Chini

Cámara, Fotografía y Edición: Tato Borounian y Ernesto Samandjian

Año 2001.

En el amanecer del 4 de junio de 2001, un fuerte estallido sobresaltó al pueblo de Tacuarendí. Una caldera de la empresa papelera Juan José Yapur, ubicada en esta pequeña localidad del extremo norte de la provincia de Santa Fe, explotó provocando la muerte de dos trabajadores: José Aguirre y Luis Brack. Y graves heridas de quemaduras a tres de sus compañeros.

Las razones que provocaron esta explosión nunca fueron aclaradas.

Sin embargo, varios empleados, denunciaron haber informado sobre el mal funcionamiento de la caldera, sin conseguir que sus preocupaciones tuvieran eco en los responsables de la empresa.

De hecho, hay indicios que certificarían que una, o hasta dos de las salidas de seguridad de la caldera, habrían sido selladas para mejorar la producción.

Esta tragedia, que podría haber alcanzado niveles de catástrofe, ya que las consecuencias de la explosión se podrían haber expandido por todo el pueblo, demuestra el estado de indefensión en el que actualmente se encuentran los trabajadores y la comunidad en su conjunto.

Según cifras oficiales de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, dos trabajadores mueren por día y otros veintinueve quedan discapacitados, mientras desempeñan sus tareas laborales. Sin embargo, la ingeniería de la Ley de Accidentes de Trabajo parece haber sido preparada para desestimar todo intento por encontrar los culpables, de lo que a primera vista parecen ser verdaderos asesinatos a trabajadores.

“Apenas llegamos al lugar nos dimos cuenta que la existencia de la comunidad de ‘Tacuarendí’ estaba ligada a la producción de la empresa papelera ‘Yappur’. Y si bien habían fallecido habitantes del pueblo producto de la irresponsabilidad patronal, según denuncian los propios compañeros de los muertos y de sus seres queridos, gran parte de los habitantes del lugar no estaban de acuerdo con nuestra presencia. Más que nada la propia empresa. Y así nos lo hizo saber de distintas maneras durante nuestra estadía en esta localidad del norte santafesino”.

 

“Las imágenes de la empresa debimos hacerlas bien entrada la noche, aunque no pudimos evitar agresiones durante la jornada siguiente, como quedó registrado en el propio audiovisual. Más aún, en uno de los traslados internos que realizamos en nuestro vehículo, un camión que salió de la empresa comenzó a perseguirnos hasta alcanzarnos y encerrarnos, obligándolos a salirnos de calle por la que nos trasladamos, arrojándonos luego piedras y otros proyectiles al grito de váyanse porque los vamos a matar”.

“Nuestra tarea pudimos concluirla y documentarla. Quedó y queda pendiente avanzar en las investigaciones que causaron estas muertes, más allá de las pruebas que se exhiben este audio visual. Accidentes, que no son tales, enfermedades y muertes en ámbitos laborales que se siguen produciendo todos los días por no cumplir con las normas de seguridad e higiene, que exigen las leyes del trabajo”.