Leve Fuerte, Fuerte Leve de Ariel Barchilón
Puesta en Escena y Dirección General Edgardo Chini
INTERPRETACIÓN: Mónica Driollet y Adrián Esquivel.
Escenografía Marina Penhos. Iluminación Leandra Rodríguez
Obras cortas / Festival internacional de Teatro en Buenos Aires
Representación en Teatro Del Pueblo
Año 1997
El disparador lo produjo Rubén Szuchmacher, que muy generosamente, durante el dictado de un seminario de dirección teatral, propuso al grupo la oportunidad de participar en el ‘1er Festival Internacional de Teatro en Buenos Aires’, con la idea de poner en escena obras cortas de autores que en aquellos tiempos estaban recorriendo sus primeros pasos y que luego se convirtieran en referentes de la dramaturgia porteña, como Bernardo Cappa, Javier Daulte y Andrea Garrote, entre otros.
“El curso se daba en el Centro Cultural Ricardo Rojas que en aquel tiempo dirigía el luego ´sushi boy’, del posterior ‘no son 30 mil’; Darío Lopérfido”.
“A mí me sedujo un texto de Ariel Barchilón, que aparentemente no era parte de esa elite dramatúrgica. Pero su relato poético de un fellatio me atrapó desde la primera lectura. Recuerdo que en la selección previa, había algo de cierta predisposición a ‘que tal director hiciera determinado texto de un determinado escritor’. Así que nadie daba un mango por mi elección. Sin embargo, creo que hicimos una muy buena simbiosis con Barchillón, a quien no conocía previamente. La puesta con la cama partida al medio fue determinante en la audición y la obra quedó seleccionada. A Ariel no le gusto que yo sumara la palabra “pija” al texto, algo que es cierto, debí haberle consultado previamente, pero que no lo hice porque sabía que se iba a negar. Y a mí me parecía necesaria. De hecho, en una de las representaciones, con mucho respeto, debo decir, se acercó a hacerme el reclamo. Pero la critica que recibió la puesta en la pluma de Jorge Dubati que la calificó como de lo mejor del festival (ver recorte de Pagina/12) y en el mismo sentido, la crónica de la revista que editaron los organizadores del evento; aquietó aquella diferencia con el autor, de extensa y reconocida trayectoria posterior, que así tuvo su primera obra estrenada de manera exitosa”.
“Para mi incluso la cuestión ‘machismo’ (hoy deberíamos decir ‘patriarcado’), fue parte del abordaje en el trabajo como director que me propuse. Se trató de ir hacia la temática de género que sin embargo no se terminó de comprender ni de valorar en ese sentido en aquel momento, porque habría que esperar mucho tiempo más para que este mandato llegara a ponerse en superficie, marcando la agenda política con el imponente empoderamiento del mundo femenino en un histórico reclamo de varios siglos, desde que ‘el mundo es mundo’, podría decirse”.